martes, 30 de octubre de 2007

Lo sentimos, Yeyo.

...Y el principito dijo:
- Bien...Eso es todo.
Vaciló aún un momento; luego se levantó y dio un
paso... No gritó. Cayó suavemente, como cae un árbol
en la arena. Ni siquiera hizo ruido.
Y ahora, por cierto, han pasado ya seis años...
Me he consolado un poco porque sé que verdaderamente
volvió a su planeta, pues al nacer el día no encontré
su cuerpo. Desde entonces, por las noches, me gusta oír
las estrellas; son
como quinientos millones de cascabeles...


Antoine De Saint-Exupéry
El Principito
La Pequeña Muerte
No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces de dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña muerte, la llaman; pero grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace.
Eduardo Galeano
El libro de los abrazos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta muy bien lo que has escrito en honor del Padre de Yeyo.

Que tu padre estará en todos los sitios como dice el principio.
Lo siento.

Valeriano

Anónimo dijo...

ENHORABUENA POR EL BLOG. ESTA MUY BIEN. Y GRACIAS POR LAS FOTOS DE LA CENA Y POR LOS VIDEOS, ESPERAMOS QUE SIGAIS MANDANDONOS TODO LO QUE QUERAIS PARA QUE LO COLGUEMOS EN LA WEB.

UN SALUDO.
JOLESUI.

(P.D. NO TE PREOCUPES POR TU PEN-DRIVE, QUE EL LUNES TE LO DEVUELVO JAJA)